Blog - Crónicas escolares

LA REALIDAD DEL LOYOLA

 

Crónica 1

 

Hace cinco años (2010) comenzó el sueño de un grupo de jóvenes, llenos de sueños, de esperanzas y ganas de vivir, comenzaron un proceso de transformación social, querían cambiar el mundo, la sociedad, los ideales, las políticas, y por qué no sus familias. Tenían grandes sueños, crearon un camino y una guía para siguientes generaciones, dotaron el colegio de un ambiente de paz, armonía, alegría y demasiada felicidad, eran realmente una familia, había un lazo fraternal entre toda la comunidad loyolista, maestros, directivos y alumnos.

 

¿Cómo era aquel ambiente?

 

No existía una frontera, no habían personas a las que se les ignoraba o simplemente se les hacia desconocida, como había sido costumbre y hace parte de la esencia del estudiante del loyola es hacer y recibir Buillyn, tanto de profesores a alumnos como de alumnos a profesores, se respetaban mutuamente, se manejaba el verdadero valor de la autonomía, se aprendía sin importar la actividad que  se estuviera haciendo en el momento, la cantidad de actos culturales, las actividades recreativas y académicas eran de lo mejor que el Loyola pusiera dar, sus ferias institucionales, los proyectos resultantes en las diferentes ferias nacionales, locales e internacionales, la buena fama,el prestigio y la gran cantidad de logros y  de premios obtenidos en su existencia, el reconocimiento.

 

Luego de una muy buena racha y de un buen proceso con alumnos y personas excepcionales, lastimosamente se ha visto reflejado el deterioro, el cambio al que fue sometido el mejor colegio público de Medellín, han existido innumerables problemas internos, problemas que van desde el bajo rendimiento académico de la gran mayoría de su comunidad hasta una administración un poco regular.

El prestigio, la creencia y lo que realmente era el Loyola poco a poco se ha ido perdiendo, se está perdiendo el modelo y el método que por algún tiempo atrás se estuvo trabajando, se están convirtiendo en un colegio "normal" con los mismos ideales, con los mismos procesos, con las mismas actividades.

 

Las cosas que los identificaban, esas cualidades sorprendentes que databan de inmediato que de pertenecía a la familia loyolista, que hacías parte de una familia, se reconocía el estudiante del Loyola por su gran espíritu emprendedor, de liderar y de fomentar el buen trabajo, el de llevar siempre las cosas por el camino de la investigación y del aprendizaje, ahora los estudiantes no les importa lo que pase con el rendimiento y con el prestigio que tiene el colegio, quieren seguir siendo estudiantes con el prototipo común, quieren ser estudiantes poco pensantes, quieren ser arrastrados y seguir a un líder, no quieren pensar por si mismos. Ahora es inminente el cambio y se evidencia en el comportamiento de algunos de los miembros, la rebeldía, el irrespeto y el poco amor por la institución, ahora el rendimiento académico ha bajado considerablemente, ahora las prioridades en el colegio son otras, hay una crisis de convivencia.

 

A éste paso, como sigue el Colegio Loyola para la Ciencia y la Innovación será un colegio normalista, será un colegio sin parte ni novedad, no se va a diferenciar de los cientos de colegios que hay, será un colegio más del montón, uno que tuvo historia, un colegio conformista, mediocre y sin ganas de evolucionar, un colegios sin ganas de aprender ni de  luchar por su bienestar

Santiago Arenas 10°2

 

Crónica 2

 

EL TRAYECTO ESCOLAR

 

Era un martes, aun no salía el sol detrás de las verdes montañas, sigilosamente brisaba y nublaba. Y ahí estaba yo, acostado en mi colchón, no muy grande, con tres cobijas encima, y la ventana y la puerta cerrada. De repente comencé a oír una melodía extraña, cada vez aumentaba el volumen hasta que… desperté y apagué el despertador. Si, era día de clase, tenía que levantarme para organizar e ir al colegio. Luego, me senté al borde de la cama, y me quedé mirando un zapato que estaba en frente mío; En realidad no miraba el zapato, me encontraba como en estado zombie.

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En fin, llegó el momento en que me paré y fui directamente al baño de mi habitación, prendí la luz y me recosté en el lavamanos con mi rostro fijo al frente, allí podía ver mi reflejo, y en contados minutos di un giro de 60 grados para dirigirme hacia la ducha. Abrí la llave de agua caliente, y mientras calentaba me quité la ropa con la que había dormido. Al terminar fui y equilibré la temperatura de las gotas que caían en mi cabeza y bajaban por todo mi cuerpo. Al terminar abrí la puerta de la cabina en la que me encontraba y veía cómo se iba desapareciendo el vapor. Agarré la toalla y me sequé.

 

Al salir del baño fui por mis prendas, que se encontraban al lado derecho de la habitación en mi armario, y me vestí. Organicé mi bolso con los respectivos cuadernos y me cepillé. Allí estaba, bajando las escalas, quitándole el candado a la reja y abriendo la puerta. Si, había una reja adentro de la casa, antes de la sala, bajando las escalas; y más allá quedaba la puerta principal de la casa. Esa misma puerta la abrí para ya estar de pie donde moran las personas que no tienen cómo sustentarse, y donde diariamente transitan los vehículos.

 

Tenía mis manos congeladas, así que decidí frotarlas en las cargaderas del bolso mientras esperaba el bus escolar. Fueron como diez minutos que estuve parado allí como un ser sin sentido de vida. Saludé al conductor, como de costumbre, y fui a mi asiento. Generalmente cada año, el puesto en el que te sentaste el primer día, con ese te quedaste para todos esos meses de estudio.

Corrí la cortina de la ventana para despertar un poco el sueño, pues ya había un poco de luz. Mientras miraba las personas en su moto, su carro, y los buses sin un puesto más yendo a trabajar, sonaba por los parlantes del bus un ritmo llamado salsa. Sinceramente, para esta hora considero que es apropiada, sin embargo, caí inconscientemente.

 

 

Hey, ¡Hey! Sentí dos empujones en mi hombro, y abrí los ojos, veía borroso. Cuando logré ver bien, era un compañero que me llamaba para salir del transporte. Me levanté, cogí el bolso, me despedí del conductor con agradecimiento y doblé un poco el pie derecho para dar el primer paso para bajar las escaleras; proseguí con el izquierdo y así sucesivamente hasta llegar hasta a la maravillosa caja de sorpresa donde cada día los niños, jóvenes y adultos aprendemos algo nuevo e interactuamos con nuestros ya amigos, compañeros y los que lo serán. 

Cristián Tobías Velásquez

 

Crónica 3

 

Conflictos en la Institución Educativa Colegio Loyola para la Ciencia y la Innovación

 

A principios de 2015 la institución se veía reconocida por el buen comportamiento de los estudiantes hacia sus maestros y compañeros tanto dentro como fuera de las instalaciones, debido a que los alumnos se trataban de manera respetuosa, compartían y sabían que era ser un “Loyolista” de corazón, sin embargo, distintos hechos han puesto en manifiesto muchos problemas institucionales y han arriesgado la buena imagen y los valores que los maestros han inculcado en los alumnos desde el inicio del colegio. El primero de los hechos que comenzó a desencadenar los conflictos entre los estudiantes, fue el 10 de Julio, en el cual en la hora del almuerzo, los estudiantes de grado undécimo y octavo uno se encontraban en medio de un partido de fútbol perteneciente al torneo interclases organizado por el colegio.

 

Durante el segundo tiempo del partido, el equipo de grado octavo logro anotar un gol dejando el partido 2-1 a favor de once, uno de los jugadores del grado octavo cogió precipitadamente el balón para así celebrar el gol que habían acabado de anotar, sin embargo, debido a las normas establecidas para esta actividad deportiva, un alumno de grado undécimo se dirigió hacia el estudiante a discutir que aquello era contra el reglamento del juego, debido a esto el equipo de octavo comenzó una riña contra el estudiante de undécimo que al ser agredido, parte de los grados decimo y undécimo decidieron defender la integridad del compañero que en ese entonces había sido golpeado bruscamente, además según estudiantes, los profesores no se encontraban en el sitio para controlar la situación siendo así la misma comunidad tuvo que afrontar el problema entre los tres grados superiores.

 

Ante este tipo de acciones se les prohibió a los estudiantes que iniciaron la disputa, competir en lo que quedaba del campeonato y tuvieron sanciones dadas por los docentes de la institución. El segundo hecho ocurrido este mismo mes, fue el martes 14 en donde dos alumnos del grado once dos, durante la clase de artística, uno de los estudiantes, mientras molestaba y charlaba, golpeo a un compañero el cual mostro irritación frente a lo sucedido y sin embargo, el otro estudiante ignorante de ello, inicio comentarios los cuales sacaron de casillas al afectado y lo golpeo, afortunadamente los que estaban en ese momento lograron separarlos con gran dificultad, después de ello la docente Luz Marina Sierra, después de enterarse de lo ocurrido, le informo a sus compañeros Paola Vallejo Uribe y William Pérez que inmediatamente intervinieron a los implicados, por lo cual enfrente de la comunidad expusieron el caso y las sanciones a las que habían llegado los profesores de la institución. Los castigos dados fueron una sanción pedagógica, la cual es muy habitual en la institución, la perdida de la nota sobre la obra de teatro y no poderse graduar en un acto público realizado por el colegio.

Sin embargo, aunque los docentes comunicaron a los estudiantes la inconformidad que tenían acerca de los dos eventos causados en los grados superiores, los alumnos siguieron mostrando actitudes de rechazo ante docentes como Ángela Posada y el docente Hernán Darío Villegas, mostrando falta de respeto hacia ellos durante las horas de su área.

 

Como consecuencia de todos estos actos, y otros cuantos que se venían presentando, en menor grado, el semestre pasado, los profesores, en una reunión en el auditorio, el viernes 17 de Julio, manifestaron su inconformidad frente a toda la comunidad educativa, tanto a los que ellos creían como principales responsables como a los que pecaban por omisión, llamando a la cultura, la responsabilidad, el respeto por el prójimo y por último y más importante, el sentido loyolista, que tantos valores abarcan y tanta importancia cobra en nuestra institución 

 Sofía Rodríguez

 

Crónica 4

Conflictos institucionales

 

Era una mañana común y corriente ,resplandeciente la  cual invitaba a empezar el día a día; yo como siempre me había levantado muy temprano para ir a estudiar, a mi colegio actual (i.e colegio Loyola); había amanecido con todo el ánimo y entusiasmo para aprender cosas nuevas aquel  día.

 

Todo iba marchando bien durante el trascurso del día, pero de repente se rumora que se  había  ocasionado un conflicto entre estudiantes de la institución que se habían agredido físicamente; es triste que cosas como estas se presenten en la institución, lo más triste es que últimamente se hallan  venido presenciando este tipo de actos de violencia en el colegio que no permiten una buena convivencia.

 

Hoy en día en la institución está pasando esta gran problemática, y es que últimamente se están presentando muchas escenas conflictivas,  cada vez más estamos perdiendo ese valor tan importante de la convivencia y el respeto, que es un pilar fundamental en el perfil de un estudiante loyolista. No es razonable que después de luchar tanto como comunidad para poner en alto el nombre del colegio y destacarnos por ser personas integras, autónomas, educadas, civilizadas y de muchos más valores, caigamos tan bajo en estas escenas conflictivas que lo único que ocasionan es dañar nuestra integridad, y dañar esa imagen tan buena que se tiene del colegio y de sus estudiantes.

 

Recuero que desde tiempos memorables, cuando entre a la institución; nunca se presenciaban este tipo de actos, por el contrario, el Loyola se destacaba por la buena convencía que había entre toda la comunidad, valor que se fue sembrando y cosechando con la ayuda todos los estudiantes y maestros  y ahora desafortunadamente por imprudencia y falta conciencia de muchos, es que poco a poco estamos destruyendo esa buena imagen que teníamos como institución, esa imagen que en conjunto creamos, la estamos perdiendo, por inconsciencia nuestra, por no razonar y pensar antes de actuar y hacer las cosas. Muchas veces nos dejamos llevar por las rabias, la ira, y esto es lo que ocasiona ese tipo de conflictos en los que se agrede físicamente.

 

¿Qué está pasando con el Loyola?, ¿Qué está pasando con nosotros?, acaso no somos conscientes de que este tipo de conflictos daña nuestra integridad y destruye nuestra comunidad, destruye esa gran imagen que tenemos.

Es así de esta manera como pagamos a nuestros maestros que se han esforzado por brindarnos una buena formación académica, es así como le agradecemos a las antiguas generaciones, que fueron los que primeramente construyeron esa gran Loyola llena de valores, la cuestión es que todos recapacitemos y nos debemos cuenta el mal que muchos le están haciendo a la institución.

 

Después de haber tenido un día agitado y una jornada larga en mi institución educativa, me dirijo a casa satisfecho, ya que a pesar de lo acontecido cumplí mi meta; cual es la de adquirir conocimientos a nivel educativo y a nivel moral ya que estos impases  que ocurren en nuestro querido colegio nos ayudan a madurar como personas y nos marcan pautas para en un futuro, no solamente llegar a ser excelentes estudiantes si no también ser ciudadanos de bien.

 

Al llegar al seno de mi hogar con mis padres  siento ese calor humano que día a día me incentiva a seguir adelante y cumplir con las metas que me eh propuesto, olvidando esas cosas negativas que a veces ocurren en mi institución y a la vez pienso, que como integrante activo de ella debo contribuir en algo para que no ocurran ese tipo de eventualidades que como lo manifesté en un principio dañan la imagen de nuestro amado colegio. 

Sebastián Marín Patiño   10°2

 

Crónica 5

Experiencia Loyolista

 

En una mañana fría del 21 de Enero de 2013 nos disponemos a ingresar por primera vez a la Institución Educativa Colegio Loyola para la Ciencia y la Innovación. En ese preciso momento observábamos como los docentes nos daban la bienvenida, y como la gente conseguía sus primeros amigos en cuestión de minutos. Nosotros por el contrario solíamos estar solos, pues aunque Leandro tuviese una hermana estudiando allí, ninguno de los dos conseguía amigos con facilidad. Tan solo algunos pocos estudiantes de grados superiores que se compadecían de nuestra solitaria situación nos acogían por momentos, por lo que nos hizo más llevaderos estos primeros días. Los días pasaban, y después de organizar los grupos y equipos de trabajo, nos fuimos acoplando un poco más al ambiente Loyolista, pues ya por lo menos hablábamos con personas con gustos en común, como nosotros dos, y con los equipos de trabajo. Además las actividades de integración y adaptación al colegio, nos sirvieron para mejorar esa timidez, soltura y dominio del público que al principio prevalecía en nosotros.

 

El tiempo avanzaba y la adaptación al colegio era aún mejor, pues ya existían amistades con una parte del salón y uno que otro de grados superiores. Lo social, no fue lo único trascendente en la vivencia en el colegio, pues a medida que corría el tiempo observábamos que la exigencia de los docentes era mayor a la de nuestros colegios de procedencia, puesto que, en ellos se evidenciaba ese amor con el que daban sus clases.

Ya corriendo el mes de mayo, la entrega de informes del primer período se acercaba, y aunque Leandro había tenido un buen rendimiento en el transcurso del año, sentía un poco de nervios, porque era su primera entrega de resultados en la estadía en el colegio y temía que no obtuviera resultados exitosos. A pesar de todo le fue bien, pues obtuvo buenas calificaciones.

La situación no era muy diferente para Santiago, que a pesar de sus temores por la exigencia del colegio y la calidad académica de sus compañeros, logró obtener el primer puesto en lo que a notas se refiere.

 

Después de concluido nuestro primer semestre en el colegio, sentimos como si ya lleváramos varios años ahí, pues ya no sentíamos pena al salir en un acto cívico, o exponer ante alguien. Es que las participaciones en presentaciones del colegio o las diferentes exposiciones en el aula nos fueron enriqueciendo a medida que pasaba el año, hasta llegar al punto de ser unos de los que ayudaba a organizar las dramatizaciones y los actos presentados en cada uno de ellas.

Los meses pasaban y las vacaciones de octubre estaban próximas a llegar, las exigencias aumentaban en esta etapa del año, y el estrés nuestro por concluir el año de la mejor manera, era mucho. Además, estábamos preparando la monografía para presentarla en la muestra institucionaL y preparándonos para la competencia local de RoboRave que (daba) el cupo para participar en la competencia internacional. Por desgracia nuestra, no fuimos los ganadores, pero se vivió una grata experiencia y nos conocimos aún más. En ese momento sentíamos que ya ni el tiempo nos alcanzaba y queríamos que este período se acabara pronto.

 

Ya después el mes de Noviembre empezaba a arrancar y la exigencia bajo un poco, pues ya las últimas semanas de clase eran dedicadas para los refuerzos de período y del año en general. En ese momento nos sentíamos felices, porque era un hecho de que había terminado muy bien, nuestro primer grado en el colegio; pero a la vez me sentía con algo de ansiedad de empezar mi próximo reto.

En estos tiempos nuestra actividad social aumentó, debido a que nos encontrábamos con tiempos en los que nos podíamos divertir con nuestros amigos y compañeros de clase, viendo películas y realizando toda clase de actividades divertidas.

Las vacaciones de fin de año culminaron y estábamos muy próximos a volver al colegio. En el momento en que entramos vimos a todos nuestros amigos y observamos muchas caras nuevas en la institución, con las que probablemente íbamos a compartir grado y quizás salón de clase. Estuvimos algo preocupados pues deseábamos que por bien del grupo y nuestra, fueran personas muy buenas y sobre todo con la disposición de aportar.

Al tiempo, Santiago también estaba preocupado, no solo por sus nuevo compañeros, sino porque su futuro lo veían incierto en el colegio. Su participación en RoboRave le había llevado a pensar que quería participar en un proyecto de robótica, pero por otra parte, habían muchas más cosas que le apasionaban, y que no quería dejar atrás. Fue aquí que ambos se propusieron a apoyarse mutuamente, puesto que sus ideales eran muy similares. Para ambos fue una base para seguir creciendo.

 

Las primeras semanas de clase fueron más bien de integración a los alumnos nuevos. Estos días también nos sirvieron para compartir tiempo con ellos y hacer amistades a la vez, ahí fue que me di cuenta que eran grandes personas y muy buenos compañeros con los cuales podría compartir nuevas experiencias. Además me siento bien con este reto y más aún con el apoyo de un equipo sólido que se colabora entre sí y se siente bien estudiando juntos.

En este año, Santiago se unió al equipo de Leandro, que para entonces se encontraba conformado por: Valeria, Isabel y Ximena, ya que … entre las opciones que se le ofertaron, veía a este equipo como gente de gran calidad humana con la que se podía entender, lo que lo llevó a hacer una elección que le cambiaría por completo sus procesos en el Loyola Además, se venía el desafío del proyecto, en dónde teníamos que dar cuenta de todas las cosas que habíamos aprendido en el grado anterior sobre la investigación. En principio, las cosas no salieron como se esperaba, debido a que fue complicado organizarnos como equipo y seleccionar el tema que se iba a abordar, durante los próximos tres años.

 

Tiempo después, todo fue cambiando, puesto que ya nos perfilábamos como un equipo sólido y habíamos adquirido amor por el proyecto y en especial, por la investigación. En general, noveno no presentó mayores cambios con relación al grado octavo, puesto que ya se conocía la actitud de los profesores y el ritmo de trabajo que mantenían.

En cuanto a lo académico, Santiago continuó ocupando el primer puesto en las calificaciones y Leandro siguió estando entre los mejores cinco del salón. Dos años habían pasado, y las relaciones mejoraban, la convivencia era casi utópica, estar en el grupo y más en el equipo se había convertido más en un placer que en una obligación, pero no todo es para siempre, y de nuevo las vacaciones de fin de año regresaron, pero esta vez tuvieron la oportunidad de estar más cerca, con salidas, encuentros y fiestas de quince, aunque claro, también disfrutaron de las vacaciones con viajes familiares y el descanso en casa. Otra vez empieza el año escolar, les parecía increíble, aún no podían creer que estuvieran tan grandes y tan cerca de culminar sus estudios, pero por otro lado, sentían que todavía tenían un largo camino para recorrer, y aún mejor, los mejores años de su juventud se aproximaban, no podían dejar que el desmadre pasara desapercibido.

 

El inicio del año estuvo colmado de trabajo, en el que primó un esfuerzo especial en el proyecto de investigación, en el que desde hace muy poco habían estructurado la primera fase experimental, todo con el objetivo de llegar hasta la Feria CT+I con el ahora llamado equipo VALIX. Y todo ese esfuerzo fue prontamente retribuído, en cuanto fueron seleccionados para representar al Colegio en la Feria Zonal y así tener oportunidad de pasar a la Feria Central.

Aunque en simultánea, en este mismo tiempo, muchos asuntos en la educación tanto internos como externos hicieron colapsar las opiniones y el ritmo de estudio del colegio. Se buscaba desde el inicio de año implementar en la institución un modelo de jornada única, que alargaría el horario de estudio y estancia en el colegio otras 3 horas, lo que causó conmoción entre algunos sectores de estudiantes, y entorpeció un poco los procesos. Santiago, elegido por delegación en el grupo, debió acompañar las conversaciones que se adelantaban sobre el tema, junto con su compañera Camila Montoya, mientras Leandro aportaba algunos puntos a favor de la jornada, y la esperaba con algo de optimismo y preparación.

 

Ambos veían en la jornada única una oportunidad para incrementar su rendimiento y sus capacidades. No mucho tiempo después se desata otra polémica, esta vez en el sector de los educadores, los cuales entran en paro exigiendo mejoras a su situación de trabajadores del gobierno. Esta situación puso en anormalidad académica a la institución justo antes de finalizar el primer periodo, lo que afectó a muchos estudiante que no habían concluído sus labores y quedaron a la deriva.

 

Aun así los chicos implementaron este tiempo en actividades productivas, pero también sabían que no estaba de más hacer uno que otro parche mientras tanto.

 

En general, nuestra experiencia en el colegio ha sido muy buena, porque hemos aprendido demasiadas cosas. En cuanto a lo académico, hemos adquirido nuevas habilidades y aprendido diferentes cosas y en lo social, hemos progresado con el manejo del público.

 

Elaborado por: Leandro Ramírez Giraldo y

Santiago Alexis Valencia Zapata

 

Crónica 6

 

Los microonda averiados

 

En   la institución Loyola se está viviendo algo que se hace llamar Jornada Única, es una continuación de la jornada escolar habitual, para la cual en la hora del almuerzo, se cuenta con solo diez microondas para aproximadamente 301 estudiantes y dicho por algunos de ellos, solo dos de estos cuentan con una funcionalidad efectiva ya que los otros se encuentran fuera de uso por que están averiados.

 

Indagando con varios alumnos de la institución me han dado a saber algo sobre lo que piensan de estos recursos, los cuales fueron brindados por Secretaria de Educación. Estas fueron sus palabras:

 

¿Qué piensas sobre los microondas de la institución?

“Que no hay suficientes para toda la población estudiantil lo que genera filas muy grandes en las que se va más de la mitad de la hora del almuerzo y muchas veces no se alcanza a calentar lo suficiente#. (Daniel gonzalez)

 

“Son muy poquitos ´para calentar la comida de los estudiantes, entonces cuando yo estoy haciendo la fila para calentar mi coca se me acaba el tiempo del descanso y no me da tiempo ni de comérmela ni de calentarla y además esos microondas a mí me habían dicho que es malo para  la salud”. (Laura Goez)

 

“Son muy buenos porque podemos calentar la comida” (Manuela)

 

“Bueno, aunque se  demoraron  mucho para colocarlos, han resultado demasiado útiles, entonces se puede decir que cumplieron con lo que dijeron” (Juan Cadavid)

 

Por lo que se puede notar en algunas opiniones de los estudiantes, hay críticas buenas y malas. Pero en conclusión y en lo que a mi respecta, no es lo mejor que podrían obtener los estudiantes que se pasan ocho horas en un colegio para tener que comer un alimento frio.

Fabián Zapata 10-2

 

 Crónica 7

 

 LA FAMILIA DE ANA

 

Mi familia es pequeña, tiene muchísimos antepasados, pero lo tomare desde mis bisabuelos, Teresita Gómez y José Salazar papas de mi papito,  Aura Castañeda y Vicente Arias, que son los papas de mi mamita Amanda Arias y José Ángel Salazar son mis papitos, papas de Adalberto Salazar, hijo mayor, tío mío, esposo de Consuelo Ramírez, papa de Lorena Salazar y Cristian Salazar, Lorena Salazar es esposa de Camilo Patiño y ellos tienen un hijo llamado Samuel Patiño. El hijo del medio es Álvaro Salazar, esposo de Martha Erazo, y ellos tienen dos hijas, Jesica Salazar y Alejandra Salazar. Y por último pero no menos importante la hija chiquitina, mi mama Aleida Salazar, que se casó con mi papa John Darío Martínez y tuvieron a Ana María Martínez Salazar.

 

Y esa es mi familia, de todos ellos solo vivo con mi mamá, no tenemos mascotas, solo nos tenemos la una a la otra, y no somos las personas más entretenidas del mundo pero recordamos muy bien historias de nuestra flia Salazar, por ejemplo:

Teniendo en cuenta que mis bisabuelos y mis papitos son de otra generación, la historia es bastante parecida.

 

Mi mamita y mi papito se conocieron en un pueblo llamado San Bartolo, mi mamita cuenta que ella era una niña muy seria, de casa y no poseía dinero, al contrario de mi papito que era de los chicos más guapos del pueblo, y tenía recursos, por ello se enamoraron, y tuvieron tres hermosos hijos, obvio no todo fue color de rosa, pero en mi crónica no quiero habar de las cosas malas, mejor es verle el lado positivo a todo, y entender que las cosas que pasan, pasan por algo, y si no hubiese pasado lo que paso, mi familia y yo no estaríamos aquí.

 

Continuando con las historias bonitas de la vida: mi papa y mi mama se conocieron en el colegio, mi papa repitió grado once, y se encontró repitiéndolo en el mismo salón de clases de mi mamá, diría que es de esos amores verdaderos, inocentes… en fin, pasaron quince años de que estuvieran juntos y me tuvieron a mí, desde entonces han pasado 30 años, y aunque no siguen juntos, puedo afirmar lo enamorado que siguen el uno del otro.

 

Cuando escucho a mi padre hablar de mi madre es inevitable sonreír, lo hace con esa cara de amor puro, que no todos los hombres poseen, le pedí que la describiera: ‘‘Es la madre perfecta, la madre que hubiese querido para todos mis hijos, solo que uno hay  momentos en los que no piensa, pero ojala nunca la hubiera perdido’’ siento que aquí hay que aclarar que mi papa tiene otros dos hijos, Sebastián Martínez de 17 años y Alejandra Martínez de 15 años.

No hay mucha diferencia cuando uno escucha hablar a mi mama del tema, se le notan a los dos por encima que siguen enamorados.

 

Aunque pasen  treinta años, cien o millones, hasta el día de hoy sigue dando todo el uno por el otro.

Ana María Martínez Salazar

 

Crónica 8 

 LA CONVIVENCIA DEL LOYOLA 2015.

 

Nuestra institución educativa Colegio Loyola Para la Ciencia Y La innovación se ha caracterizado por su rendimiento, no sólo en el área académica sino también en la buena influencia de valores que impulsan a la afable convivencia con todos y cada uno de los pertenecientes a la comunidad Loyolista.

 

En la semana del 29 de Julio, ocurrió un hecho inaudito entre los estudiantes del grado octavo, al parecer se originó una pelea que comenzó como un simple “juego” lo cual acarreó graves consecuencias como la ruptura de un tabique en tres partes, gracias a un fuerte puño recibido por su oponente. La reacción por parte de las autoridades al enterarse de este suceso tan controversial, decidió hacer una reflexión pública realizada a las 7:30 am del siguiente día, cuyos autores fueron los protagonistas de este hecho lamentable.

 

Pero el problema no termina aquí.

 

El pasado 14 de Julio, nuevamente se inicia una riña en la institución, esta vez por parte de los alumnos del grado once, quienes son los responsables de dar ejemplo a los grados inferiores. El hecho se presentó a las 8am de la mañana (En horas de clase). Pero esta vez se tomaron medidas extremas, “el problema debe cortarse desde raíz, no podemos permitir que avance el tema de la intolerancia entre nosotros mismos” comentario hecho por el comité de profesores al tomar decisiones frente al caso.

 

Tras unas series de sanciones rígidas, como la existencia de considerar una graduación NO pública, las reflexiones por toda una semana, se espera que estos incidentes nunca vuelvan a producirse.

 

La pregunta generada por nosotros los alumnos y docentes es -¿Por qué motivo se ha obstruido la paz y la armonía que prima en nuestra Loyola? Existen varias hipótesis. Decidimos ayudarnos de muchas entrevistas a los testigos presentes en el lugar de los hechos. El 16 de Julio, muchos respondieron:-¿No han notado que estas peleas se han producido desde que inauguraron la jornada única? Responden Santiago y Ana María del grado sexto. Otros fueron indiferentes:- Mientras no me afecte a mí, no hay problema, dice Natalia del grado Octavo.

 

Ahora bien, para cada problema existe una solución. Nuevamente se planteó la pregunta:-¿Cómo podemos contrarrestar el impacto generado por la intolerancia? Luisa del grado séptimo responde:-Creo que deberían poner autoridades en cada espacio del colegio, para así acabar con el problema de una por todas. Pero ¿en dónde dejaremos el concepto de autonomía que por durante tantos años hemos practicado? Esa es mi respuesta.

 

En definitiva, el colegio Loyola siempre será un espacio incorruptible, pese a las circunstancias presentadas día a día.

Sara Betancur

Crónica 9

 

Actores y Cronistas

 

Todo comenzó lunes 13 de Julio del 2015 alrededor de las 6:45 a.m cuando llegamos a la institución cada uno por sus propios medios, de ahí en adelante todos los integrantes del grupo 10°1 iban llegando conforme pasaban los minutos.

 

Desde el momento en el que todos nuestros compañeros arribaron al colegio comenzó el arduo trabajo de darle los puntos finales a nuestro trabajo que sería presentado algunas horas adelante, cada quién se centraba en lo suyo cuándo el reloj marcó las 8:00am… no había mucho tiempo para detenerse a pensar en qué hacer, y de hecho ni siquiera era necesario pues los quehaceres sobraban; algunos maquillaban, le daban toques finales a sus escenografías previamente preparadas y otros buscaban formas ingeniosas de terminar sus disfraces, eventualmente se escuchaban algunos gritos de frustración “Ahhh, esto no sirve” pero rápidamente se calmaban con alguna solución dada por otra persona “Mira, puedes hacer esto y esto” cuándo se estaba acercando la hora del descanso ya todos habían terminado las escenografías que les correspondían, además de haberse puesto ya sus disfraces… eran casi las 11:00, todo ya estaba llegando a una culminación, los últimos “animales” salían ya maquillados, y todas las muchachas se estaban peinando y vistiendo según lo que necesitaban, de repente, surgieron unos cambios relativamente drásticos, fue una idea buena pero compleja idea pues implicaba cambiar toda la estructura de la obra a la que estábamos acostumbrados, pero no hubo mucho tiempo de reflexionarlo, pues para cuándo nos dimos cuenta, eran las 11:25, y los alumnos y profesores de la institución comenzaron a entrar y a organizarse en las bancas del público; había llegado la hora, 11:30 a.m, de un lado del telón estaba la profesora encargada dando una breve introducción sobre nuestra obra a el público, y del lado contrario estaba todo el grado 10°1 con los nervios a tope, la obra salió tal como se esperaba, claro que los actores le dábamos algo más de emoción a lo que hacíamos en comparación a los ensayos ¿era esto un efecto de los nervios que jugaba a nuestro favor? Como se esperaba, la obra terminó aproximadamente a las 12:15 luego de un peculiar baile cuya culminación colocaba a los actores fuera del auditorio, lugar en el cual celebraron en una ruidosa algarabía su triunfo, luego de esto sólo hubo una información general por parte de los docentes sobre cómo sería el resto de la semana, para, posteriormente, dar la orden de salida de los espectadores, dando por concluido el primer día de la “Semana del Teatro” en el Colegio Loyola.

 

Natalia Andrea Chaverra Ramirez

Carlos Daniel Carmona Pulgarín

Crónica 10 

¿?

 

Nosotras estudiamos en la Institución Educativa Colegio Loyola Para La Ciencia Y La Innovación de Medellín, barrio Toscana. El colegio fue fundado en el año 2010, respondiendo a la evidente necesidad de que los jóvenes tuvieran un establecimiento educativo diferente, con metodologías nuevas que los motivaran a ser emprendedores y autónomos.

 

Mi compañera y yo estudiamos en este colegio, seguramente por decisión de nuestras madres que ya estaban aburridas con la educación en otros colegios de la ciudad, además son dos amantes del orden, la disciplina y la autonomía; entramos al colegio en el año 2013, ambas al grado octavo, lo recordamos como si fuera ayer, llegamos un día como cualquiera, llenas de motivación, alegría y entusiasmo, nuestras madres nos dejaron por primera vez en la fachada de este colegio la cual nunca ha sido muy agradable a la vista ya que tras varios intentos de pintarla, las personas del barrio aledaño siempre la llenan de grafitis y palabras vulgares; después de unos días nos empezamos a adaptar al colegio, a su metodología y a su gente, cabe aclarar que al principio ninguna de las 2 nos hablábamos mucho, simplemente éramos un par de compañeras de curso, finalizando el grado octavo decidimos unirnos y formar un grupo de investigación Carolina Vásquez(mi compañera), Mateo Álvarez, Mateo Toro, Daniela Henao y Yo (Estefanía Correa).

 

Primero nos hicimos llamar GASIN ya que nuestro proyecto era de los gases de invernadero, pero después de buscar mucho e invertirle mucho tiempo a dicho proyecto, nos dimos cuenta que no era factible, ni económicamente, entonces decidimos buscar otros tipos de materiales que fueran mejores y no tanto por los lados de biología, después de mucho tiempo de búsqueda decidimos hacernos llamar MORPOL, puesto que empezamos a trabajar con el mortero (mezcla de concreto) y con poliestireno (icopor). Con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que este sería el indicado, ya que nos gustaba y era muy viable.

 

Empezando el año 2015 salió una integrante del equipo, Daniela Henao, y entro Dania Torres que es quien la reemplaza hasta el momento.

 

Los primeros meses logramos obtener unas asesorías en el SENA de Pedregal, gracias a nuestro otro asesor Samuel, para trabajar el proyecto. Estas asesorías nos sacaron muchas canas, por así decirlo, puesto que el encargado de asesorarnos, nos ignoraba la mayoría de las veces, entonces era algo difícil trabajar con él; aun así le sacamos mucho provecho a estas visitas.

 

Además de fortalecer más el proyecto, también lo hicimos con nuestra amistad, puesto que nos volvimos más unidas y nos cogimos más cariño, tanto que ya somos como uña y mugre, como dicen por ahí.

 

En el colegio se viven demasiadas cosas, pero la experiencia de desarrollar un proyecto de investigación es de las mejores que se pueden vivir, puesto que no solo nos forman como buenos científicos e investigadores, sino que también nos acerca a otras personas y ayuda a mejorar las relaciones.

ESTEFANIA CORREA FONNEGRA

CAROLINA VÁSQUEZ USUGA 

Crónica 11 

  

Mi equipo

 

Hace aproximadamente unos 6 meses o más, se me asigno un grupo de investigación, era un ambiente nuevo, totalmente desconocido, a ninguna de estas personas las conocía, y en realidad podría decirse que no me agradaban. Entre ellos se encontraba una chica alta, de pelo extremadamente largo, y no me agradaba, tal vez era su forma de comportarse o el simple hecho de que era nueva y tocaba explicarle todo, la otra era morena, y en realidad era la que mejor me caía, era abierta, no temía decir nada, y estaba dispuesta a escuchar, la otra chica en realidad la conocía un poco más que al resto, pero en realidad no la conocí hasta mucho después, por último el chico, era más bien callado, demasiado pasivo, pero todo aquello no fue más que primeras impresiones, cuanto pueden cambiar las personas cuando te dedicas a conocerlas y pasas gran mayoría de tu tiempo con ellas.

 

Las cosas cambiaron radicalmente, la alta, Paula y la morena Laura, era chicas increíbles, Paula, tenía una risa…no digamos hermosa, sino más bien, mágica, era de esas risas que te hacen reír, trasmitía alegría, pero también podía ser una fiera, Laura, por otro lado, era muy sociable, con todos hablaba y nada la intimidaba, transmitía fuerza, y seguridad, Christian era realmente dulce, caballeroso y muy risueño.

 

Pero no todo era color de rosa, siempre hubo uno que otro inconveniente, pero de todos y cada uno salíamos mucho más fuertes y más unidos, el quipo en verdad me tenía sorprendida, Laura y paula, eran dos chicas a las que más que compañeras podías llamarles amigas, y Christian era sin duda mucho más abierto cada día.

 

-¿Cuáles son los momentos más felices del equipo que recuerdes? –Le pregunte a Laura un día.

-El día de la feria –Contesto, era verdad, ese día todos estábamos realmente emocionados, a pesar de haber tenido problemas para la elección de un proyecto de investigación, la espera y los malestares valieron la pena, todos estábamos contentos con él, y dispuesto a darle con toda.

-Además de eso, también recuerdo el día del karaoke en la casa de Paula –Continuo Laura, fue uno de los días más divertidos, las canciones, el baile y las voces de todos formaron un momento especial, donde nos olvidábamos por unas horas de cualquier otra cosa, donde solo éramos amigos, disfrutando y pasándola bien.

 

Pero el día que yo más recuerdo e inevitablemente sonrió al hacerlo, fue el día que Paula, Laura Christian y yo, hicimos viaje hasta san Javier, sin ningún propósito alguno, hablamos, reímos y nos relajamos, descubrimos la pasión de Laura por montar en metro, la regularidad con la que paula no paraba de reír, aunque eso en realidad no fuera nada nuevo, conocimos a un Christian más alegre, y además, descubrieron mi facilidad para cansarme, hasta el punto de casi matarme por coger un puesto.

 

Ahora agradezco de todo corazón tener la oportunidad de conocer y tratar con personas así, personas que vale la pena conocer y que tienen tanto para dar.

Carolina Velásquez Vásquez

Crónica 12

 

El refrigerio escolar

 

La secretaria de educación de Medellín alimenta cada día a cientos de miles de estudiantes donándole víveres, para algunos de los colegios oficiales de la ciudad, entre ellos se encuentra la institución educativa colegio Loyola para la ciencia y la innovación; en este colegio donde se ha implementado el proyecto jornada única, en este caso la secretaria con el apoyo de la alcaldía de la ciudad aumentaron el subministro de la alimentación ofreciéndoles un desayuno preparado en las horas de la mañana y un vaso de leche con un acompañamiento después del mediodía,  desde mi punto de vista me parece un excelente proyecto que los organismos de educación estén pendientes de la alimentación de todos los estudiantes sus colegios.

 

El caso que se ha venido presentando en el colegio Loyola es que muchos estudiantes se fijan primero en que es lo se va a dar el día a día para así decidir si le dan adquisición a este alimento o no, debido a este suceso que se ha venido presentando los docentes de la institución se han visto obligados a hacer una lista de chequeo para confirmar que estudiantes si van a consumir los víveres que se están donando y así no afectar a los que realmente los necesitan, porque en el caso de que llegara a medidas extremas lastimosamente se le podría quitar todo el alimento que se adquiere, por eso se ha vendido haciendo dicho proceso para así no ver obligatoria la intervención de los organismos de educación y subministro alimenticio, en mi opinión yo recomendaría a todos los estudiantes de la institución educativa que le den adquisición a estos alimentos a si no tengan hambre en ese momento o no les guste el producto por así en cualquier momento que su cuerpo desee alimentación va a tener una reserva o por otro lado lo puede donar a alguien que de verdad lo necesite, aprovechando que así no va a afectar a todos los estudiantes de la institución que de verdad necesitan este alimento ya que toda la donación del gobierno escolar será consumida. 

 Mateo Toro Raigosa,

Mateo Álvarez Marín

 

Crónica 13

 

Una mesa, un grupo, más que compañeros.

 

En un día como cualquier otro, un estudiante del Colegio Loyola llamado Elián regresó a él, luego de haberse retirado por la exigencia que éste causaba, volvió con sus expectativas por los aires, a pesar de que no fue bien recibido por sus ex-compañeros, trató de llevarse bien con ellos, lo lograba, pero seguía sin tener alguien con quien realmente pudiera compartir, se sentía incómodo y presionado, todos los días se sentaba junto al equipo que él había fundado, más no recibía la aceptación que quería, seguía siendo rechazado por sus ex-compañeros. Él estaba ya cansado de tener que soportar todos los días tal nivel de soledad, aparte de eso, ninguna mesa le recibía, todos lo repelían, también debía realizar trabajos grupales, con lo que tenía que rogarles a otras mesas que lo incluyeran en algunas actividades. Él Tenía una amiga en el otro salón del mismo grado, quien le repetía usualmente que se pasara a su salón, el estudiante le temía al cambio, se preocupaba por la reacción que tendría el otro grupo al recibirlo, ¿conseguiría amigos?, ¿le caería bien a alguien?, ¿sería mejor o peor que su actual salón?, se llenaba de inseguridades y dudas. También tenía otra compañera del otro décimo llamada Camila que le reiteraba que se uniera a su mesa, ya que sólo se componía de 2 integrantes, ella junto a otra amiga llamada Clara, más Elián se mantenía desconfiado.

 

Un día su director de grupo decidió hablar con él en privado, le decía que sin mesa no podría avanzar más en el colegio, y que tendría que hacer papeles junto con la directora de grupo del otro décimo para el cambio de salón. El joven estaba ya cansado de su grupo, así que concluyó que lo mejor era un cambio. Semanas después llegó el día en el que tendría que presentarse al otro grupo, estaba nervioso, a pesar de que conocía a algunos y de que sería recibido por una mesa. Para su fortuna, ése mismo día tocaba las primeras horas la materia Castellano, es decir, con la profesora titular del grupo, llamada Ullenid, hizo su respectiva presentación, al final fue bien recibido por sus nuevos compañeros, sintió una atmósfera totalmente diferente a la de su anterior grupo. Con el tiempo consiguió nuevos amigos, y su proceso de adaptación social con el grupo fue más rápido de lo que esperaba, cada vez que llegaba al salón se sentía contento, no tenía por qué preocuparse o sentirse mal, su nuevo grupo era muy acogedor, algunos de sus compañeros del otro décimo le recalcaban que desde que se cambió sólo estaba con los integrantes de su mesa y nuevos camaradas del décimo-uno, él simplemente les respondía con una sonrisa, ya que en verdad no consideraba a nadie de su anterior grupo como su amigo, a excepción de unos pocos. Aunque su adaptación con el proyecto fue algo difícil al principio, luego logró ocupar un rol muy importante dentro de su mesa. Después de un mes, un nuevo integrante proveniente de el Colegio Colombo Británico fue admitido en el Loyola, automáticamente fue ingresado a la mesa en la que se encontraba. Al comienzo existió algo de rechazo por parte de las féminas de la mesa, pero luego, al igual que Elián, se adaptó muy rápido al modelo que seguía el Loyola, la mesa ya estaba conformada por cuatro integrantes que se complementaban uno al otro.

 

Al cabo de un tiempo, Nicolás, un estudiante que tenía ya un proceso anterior con otra mesa ingresó de una forma muy peculiar al equipo Urens. Anteriormente él estaba con 3 compañeros ejerciendo un proyecto de investigación, este equipo era muy problemático ya que ninguno de la mesa quería trabajar, él era influenciado por ellos más de lo que alguien podría imaginar, al pasar un tiempo el equipo seguía con los mismos problemas pero esta vez fue algo un poco más grave, ya que eso llevó a una de las estudiantes a abandonar el colegio y quedaron sólo 3 integrantes en total, los tres se comprometieron a seguir adelante pero por un malentendido que ocurrió en el equipo, ellos pensaron que Nicolás se iría del colegio, y así lo sacaron de todos los trabajos, fue excluido totalmente, después de una semana, uno de los integrantes llamado David no pudo resistir más, por lo que se retiró del colegio, continuaron nada más dos en el grupo y no les quedó más que la separación de su equipo, Nicolás estaba extremadamente preocupado de cómo iba a continuar en el Colegio, porque todos los equipos llevaban ya un proceso muy adelantado al suyo, entonces él pensó que no podría quedarse. Un día tocaba un experimento en química, como no tenía un equipo con el cual trabajar, él no sabía qué hacer al respecto o cómo podría trabajar sin un equipo, pero hubo un evento muy significativo que podría cambiar su vida escolar, logró encontrar una mesa en la que podía trabajar, ésta fue la salvación del estudiante porque no le quedaba más lugar en el colegio, hubiera tenido que irse del colegio, algo que no quería hacer, ya que éste le ofrecía muy buenas oportunidades para su proyecto de vida, también amigos en los que se podía confiar.

 

En el equipo Urens habia una compañera llamada Clara que al parecer era muy estricta, una líder en la que se podía confiar, ella le dijo a Nicolás que no lo iban a cargar en lo más mínimo, que tendría que poner todo su empeño para ser útil para el equipo, al ingresar al equipo él se sintió muy feliz y muy esperanzado otra vez… Pensó que en éste equipo podría salir adelante, además de trabajar sin problemas, por eso entró con muchos ánimos, con un compromiso, en el cual tendría que involucrarse del todo en el proyecto de investigación de Urens del todo, sin fallarles con su responsabilidad.

 

El proceso de adaptación de Nicolás fue muy bueno ya que se sintió muy asilado por el equipo ya que no lo dejaban solo, le resolvían cualquier duda que pudiera tener acerca del proyecto que venían llevando a cabo, al pasar el tiempo en el equipo Nicolás se sentía cada vez mejor porque le agradaba mucho este equipo y sabía que podía contar con ellos para cualquier duda o consulta sobre lo que trabajaban en el equipo, tanto que ya más que compañeros también los veía como amigos con los que se podía divertir mientras trabajaba, aunque primero es el trabajo pero hasta el día de hoy, Nicolás sigue con los mismos ánimos con los que comenzó porque lo tratan como se lo merece, además de que se siente cómodo al trabajar con su nuevo equipo.

 

Hasta el día de hoy el estudiante sigue acomodándose a la metodología de este equipo y está haciendo todo lo que puede para no decepcionarlos y destruir las expectativas que tienen de él. 

Nicolás Acosta

Elián Gómez

Crónica 14

 

LA TOMA

 

Siendo las aproximadamente las 9:30 pm los tres viajeros del colegio Loyola se encontraron en la terminal del Norte de Medellín pues tenían como destino ir rumbo a Urabá para realizar un trabajo referente al proyecto investigativo que tienen, iban con maletines, bolsas, comestibles y hasta con una caja refrigerante de icopor; compraron el ticket de salida a las 11:00 pm en la flota de buses “Cootransuroccidente”. Faltando 10 minutos para que su bus arrancara, los viajeros cogieron sus pertenecías, para luego desplazarse hacia los buses y montarse en ellos, después de acomodarse en sus asientos, ellos empezaron a platicar sobre su día y además realizaron una oración, para que su viaje fuese completamente exitoso. Terminada la oración descansaron puesto que el viaje es de 7 horas.

 

Ha comenzado a salir el sol y ya las 6; 00 am marca el reloj cuando el bus ha llegado a la terminal de Apartado y estos se levantan con cara de satisfacción por lo bien que han llegado a su destino. Se bajan y reclaman sus maletas al encargado del maletero del bus y toman un taxi para dirigirse al barrio Obrero donde vive una familiar de ellos. Al llegar, ella los recibió con una taza de chocolate, galletas y arepas con queso, al terminar este festín, a horas de las 7; 00 am uno a uno fue tomando una ducha, el agua es fresca no fría a como están acostumbrados, y se prepararon para salir al corregimiento de currulao, municipio de Turbo.

 

Ya pasadas las 8 de la mañana salieron a tomar el transporte público que fuese para currulao, les toco pagar 2.000 pesos, durante todo el viaje, en la carretera se encontraron rodeados de una gran inmensidad de cultivos de plátano y banano que cubrían miles de hectáreas, al asombro que esto les dio no respondieron mejor que tomando fotografías. Fue un viaje de 30 minutos, cuando se bajaron decidieron tomar un poco de líquido para luego seguir su recorrido, para el cual tuvieron que rentar motos, ya que el camino hacia unas fincas platanera, era un poco rustico y extenso, además de que era el único medio de transporte para llegar. Ellos tenían como meta ir a tres fincas para tomar muestras de hojas que presentasen la sintomatología de la sigatoka negra ya que es sobre la que están realizando su proyecto de investigación. Al llegar a la primera finca, siendo las 9; 00 am, el dueño de esta les hablo acerca de los problemas más comunes de los plátanos como el moko, la Sigatoka negra y Sigatoka amarilla, y dio paso a que hicieran lo que necesitaban hacer: tomar muestras.

 

Los jóvenes era la primera vez que iban a realizar un trabajo de este tipo, así que no eran muy diestros en ello. A las 2 de la tarde terminaron y tomaron 20 muestras en las tres fincas y lo hacían desplazándose en forma de zigzag para tratar de cubrir en lo más posible cada una de las fincas. Todas sus muestras las sellaron y guardaron en la caja de icopor que habían traído. El hambre les agobiaba por lo que fueron a almorzar lo más antes posible.

 

 Terminaron de almorzar y tomaron de nuevo bus para ir a donde se habían residido, Apartadó. El tiempo ha transcurrido rápido y ya son más de las 4; 00 pm cuando llegan a casa de la tía, ella como la primera vez les saludo con una sonrisa y con u refresco para el calor y cansancio que ellos traían. Se comienzan a arreglar para devolverse a Medellín. Están todos arreglados y se despiden de la tía, tomaron taxi para ir hacia la terminal. Eran las 9 de la noche cuando entraron al bus que les traería de regreso al lugar de donde habían salido.

 

Estaban agotados pero también satisfechos por el transcurrir de todo este día, realizaron una vez más la oración para que le fuese bien en el camino y sin pensarlo se quedaron dormidos. Transcurrió  la noche y el bus a las 5; 00 am llego a la terminal de transporte en Medellín, se bajaron retiraron sus maletas y se dirigieron al colegio Loyola fue así como siendo las 6; 00 am llegaron al colegio y dejaron las muestras en el laboratorio dando por terminado su viaje. 

 

Miguel Ángel Castaño

Brayan Posada

Crónica 15

 

 CRÓNICA

 

Era la hora del almuerzo, estábamos comiendo mientras veíamos el partido, al cual yo no le sacaba mucho provecho, básicamente me era indiferente, a diferencia mía Carolina estaba súper entusiasmada, no paraba de gritarles a los jugadores, aun sabiendo que entre los gritos de todos ni la iban a escuchar, Laura estaba atenta, pero no en el estado que se encontraba Caro, miramos hacia las otras gradas y vimos que Antonio se encontraba solo, lo cual no sería por mucho tiempo, sin importar eso Laura dijo:

 

-¿Y si le hacemos compañía?

 

Bueno, respondimos Carolina y yo mientras seguíamos a Laura.

 

¡Hola!, dijimos todas al llegar, y luego nos sentamos, él estaba casi de entretenido como Caro.

Esperamos que terminara el partido y nos quedamos jugando el reto de los siete segundos, este consiste en hacerle una pregunta a determinada persona y la debe responder en menos de ese tiempo, si no lo hace tiene una pena.

 

Carolina puso el ejemplo de cinco estrenos de película. Comenzó Antonio preguntándome a mí, lo que carolina había puesto como ejemplo, efectivamente perdí ya que como estaba bajo presión se me olvidaron todas. Entre ellos organizaron una pena que me hizo avergonzar por mucho rato, esta era preguntarle a la señora de la tienda si vendía empanadas de chorizo, como era obvio la señora se quedó extrañada con mi pregunta.

 

Luego llegó el turno de Carolina y le preguntó a Antonio algo que no recuerdo muy bien, pero que hizo que el perdiera, su pena era darle un beso en la mejilla a un niño, casi nos orinamos de la risa ya que cuando sus labios estaban a punto de darle el beso el niño se volteó, Antonio se puso rojo como un tomate, ya que no se imaginaba que eso sucedería.

 

Ese día me divertí mucho con todos ellos, ojalá se repitiera ese día, es agradable estar con ellos.

 

Paula Rojas

Crónica 16

 

EN EL ESPIRAL CT+I

 

Era una fría y lluviosa mañana en un 21 de Abril, en la que desde el Colegio Loyola en el barrio Toscana de Bello, 13 equipos de investigación esperaban ansiosos poder partir a la I.E Dinamarca, lugar donde aquel día se realizarían las Ferias Locales de la Ciencia Tecnología e Innovación. Entre los trece equipos, se encontraba uno en específico, llamado VALIX, que sentía una gran emoción y expectación por lo que podría ocurrir, ya que este evento representaría el primer paso para poder demostrar el arduo trabajo que venían desarrollando durante mucho tiempo.

 

Los integrantes: Ximena, Leandro, Isabel, Valeria y Santiago, cinco jóvenes de grandes capacidades, sueños y metas a realizar, estaban nerviosos y tensionados ya que era su primera vez en la Feria CT+I. Sin embargo, no podían controlar la emoción que los embargaba al pensar en las miles de posibilidades y experiencias que tendrían por delante. Así que, con gran positivismo organizaban, repasaban y conversaban preparándose para arrancar a su destino. Todos lo equipos de investigación se repartieron en dos buses. VALIX iba en el primero de los dos, los cinco jóvenes se sentaron en asientos cercanos, para ir puliendo detalles que por pequeños que parecieran no querían dejar pasar por desapercibidos. Llegaron a la Dinamarca y esperaron a que llegara el otro bus con sus compañeros, para entrar como la familia loyolista que eran. Cuando llegaron, enmarcaron el pletórico momento con fotografías de todos unidos, gritando a la vez: ‘’¡Loyola,Loyola!’’. Y por fin, se dispusieron a entrar a la Institución.

 

Eran las 7:20 am, se sentía un ambiente de ciencia y conocimiento pululando en el lugar, presagiando que la jornada sería larga y agotadora, al igual que enriquecedora. Se organizaron en una fila para registrarse y recibir un ficho que dispondría el puesto del stand, el número asignado fue QUI03 y se separaron de los demás equipos para comenzar a organizar su espacio. Pero vaya sorpresa la que se llevaron al no encontrar por ningún lado su stand, y cuando a pesar de rondar y buscar por todo el coliseo, no lo encontraban aún. Pasaban los minutos y VALIX veía a sus compañeros y demás equipos de investigación con sus pendones, fotografías y muestras montados, veían a todos los participantes de Feria CT+I, más que listos para recibir a sus evaluadores. La angustia, el desespero y un gran estrés, se reflejaba en los rostros de los muchachos. Un asesor de Ferias CT+I les dio un lugar temporal, ya que al parecer, su puesto se había perdido. Pues más se demoró VALIX en descargar y comenzar a instalar sus cosas, a que una asesora los ubicara en otro lugar por cuestiones de logística, ya que allí no era posible la ubicación de VALIX. Los jóvenes asustados creyeron que sería tarde y que a lo mejor los jurados y visitantes, no los encontrarían preparados y los tomarían fuera de base. Hasta que llegó el primer organizador con el que se habían encontrado, y los llevó a un pasillo apartado, alejados de sus compañeros. Aún así, ya se encontraban aliviados y agradecidos al cielo, porque VALIX tenía su lugar, su mesa, sus sillas, sus implementos y podían empezar con su labor: pegar el pendón, las fotografías, poner el letrero de su magnífico nombre y sus redes sociales, y colocar las muestras de almidón que habían obtenido trabajando sin descanso en el Laboratorio. Al acabar, todos se hicieron en sus posiciones y esperaron a que llegaran espectadores y evaluadores, a quienes contarles su proyecto de investigación.

 

En todo el día, los visitaron todo tipo de personas, desde tiernos y pequeños niños, estudiantes de diferentes colegios, a profesionales sobre el tema. Junto con ellos, también se les plantearon todo tipo de interrogantes sobre su proyecto, haciendo así mucho más interesante su exposición e incrementando las ilusiones de estar en la segunda fase de esa gran historia que apenas comenzaba. La primera evaluación que tuvieron, fue frente a dos evaluadoras muy inteligentes y amables, que escucharon con atención la explicación del proyecto, e hicieron las correspondientes recomendaciones y preguntas al final, felicitando al mismo tiempo al equipo por su trabajo. Ya estaba haciendo hambre y al momento de repartir el refrigerio no hubo tantos problemas como antes, ya que todos pudieron disfrutar de una merecida pausa, para relajarse y arreglar un poco sus cosas. Justo después de su pequeño receso, llegó el último evaluador, que se mostró muy interesado y entusiasmado con la investigación y les dio esperanzas, diciendo que los esperaría próximamente con la película ya realizada. 

 

El reloj se acercaba a las 12:30 pm y se regó la voz de que el Colegio Loyola debía ir recogiendo sus cosas, porque los buses estaban por llegar y debían llegar pronto a la institución. El equipo recogió y limpio su espacio. Se fue para el coliseo donde se encontraba el resto de sus compañeros y donde además, se realizaría un evento especial; una premiación a los proyectos que destacaron en las categorías de Creatividad en la exposición y Ayuda a sus respectivos barrios. VALIX junto a su familia Loyolista contaba todas sus anécdotas vividas, lo espectacular que les había parecido la experiencia y bromeaban sobre cualquier suceso ocurrido. Continuaron guardando esos preciosos e inolvidables momentos con fotografías, donde se podían ver sus enormes sonrisas y ojos llenos de felicidad por el logro. En el barrio de Alfonso López, con los ánimos en el cielo, los estudiantes esperan el bus que los llevará de regreso a su institución, mientras tomaban algún refresco y continuaban conversando animadamente. 

 

Finalmente, llegaron a la institución, con sus rostros pletóricos y cansados, a contarle a sus compañeros y amigos que no asistieron, los acontecimientos que tuvieron. Descansaron, en su colegio y se retiraron a sus casas, con la esperanza de pasar a la Feria Central y volver a pasar por aquella experiencia tan satisfactoria. 

 

Desde aquel día, los estudiantes continúan con su proyecto, más animados que nunca, con el deseo de volver a repetir ese momento miles de veces más y triunfar en lo que tanto aman. Porque se dieron cuenta, que aunque no ganen premios, el tesoro que se llevan es ese momento maravilloso en el que le cuentan al mundo, a los demás, lo que ellos están haciendo por el mundo, y poder decir con orgullo, que les encanta hacer aquello. Otra cosa que les entusiasma es ver las diferentes perspectivas y conocer mucha gente nueva, que puede estar interesada en lo que hacen y aún más satisfactorio, que aprueban lo que están desarrollando. Esa es una de las experiencias más bellas de las Ferias. Cada felicitación, opinión y punto de vista, enriquece su trabajo y les alegra poder contar con ello. Saben, que no es un regalo estar allí y que tendrán que trabajar mucho más duro para poder avanzar, pero quieren tomar el reto, arriesgarse y seguir mostrándole al mundo lo que quieren lograr.

Isabel Cristina Rivas Coronado ­

Valeria Valencia Henao

Grado:​10°1

 

Crónica 17

Adaptación

 

Mi decisión de salir del San Buenaventrura radico en mi amor por la institución, durante los seis años que estuve en él, los cinco primeros daba orgullo entrar y hacer parte del colegio, pero el último allí se estaban presentando cosas inauditas y se estaba convirtiendo sólo en imagen, mi sentido de pertenencia me llevo a defender el buen nombre de la institución, pero quizá el cambio de directivas era el problema; todo cambio las personas, los parceros y los amigos, la mayoría para mal.


Pero más sin embargo el 2014 y sus directivas no fueron problema para noveno b, un grupo que sacaba en limpio el buen nombre del colegio, éramos un quipo, uno en donde la unión prevalecía, donde no dejábamos hundir a nadie, porque todos teníamos que pasar a décimo de la mejor manera, no había divisiones entre sus integrantes, sin duda alguna, yo estaba rodeada de verdaderas personas.

 

Cuando decidí dejar el colegio, lo único que me aferraba era cada persona de noveno b, recuerdo cuanto me suplicaron que no me fuera, cuando me demostraron por qué yo era parte del san buenaventura y no me podía ir. Pero era decisión tomada, nunca me ha gustado ser partidaria de mentiras, de malos argumentos y de mal manejo.

Al salir del San Buenaventura, tenía altas expectativas, esas que como tal el colegio me había dejado, recorrí internet en busca de buenos colegios, entre ellos estaba la institución educativa colegio Loyola para la ciencia y la innovación.

 

Este se volvió en mi sueño, era un placer hacer parte del mejor colegio de Medellín o si no era el mejor era de los mejores, al principio todas las pruebas para ingresar me demostraron su alto nivel y su preocupación por quién hacía parte de sus instalaciones.

 

Cuando logré entrar en él, mi felicidad era demasiada, las personas eran magnificas, la unión era demasiada, todos quería ayudar a que me acoplara al colegio, pero eso me encargue de que mi hermano hiciera pare de él, cuando ya estábamos juntos las primeras semanas, todo, todo, era un sueño del que seguramente muchos quisieran tener.

 

Pero todo fue así las primeras semanas, cuando ya empezó las clases como tal, las exposiciones, pareciera que cuando empezaron les hubieran dicho, “sálvense quien pueda, porque quien se quedó, muere” la rivalidad entre todos se percibía de inmediato; yo hacía parte de un equipo nuevo, uno por el que nadie, más que Andrés valencia y Julián Gómez se preocupó, de resto todos nos veían por debajo. 

 

El equipo al principio era un caos, pero al cabo de poco tiempo se puso en pies, intentado solidificarse dentro del Loyola, la elección de un buen proyecto fue la base fundamental para que el progreso se notara; así pues, que cuando ya teníamos proyecto, hicimos parte de la feria Ct+I, una feria que sin duda alguno solidificó el equipo y proyecto, quienes nos evaluaron admiraron mucho el avance en tan poco tiempo, pero no todo fue bueno, dentro de décimo dos, creció un desprecio notorio por mi equipo, por haber asistido a la feria y porque ellos no fueron.

 

Todo al pasar del tiempo fue mejorando en mi “mesa” éramos más capaces de todo, cumplimos con absolutamente todo lo que nos piden, pero más sin embargo en décimo dos, todo está absolutamente igual, yo por mi parte interactúo con muchos de ellos, pero en cuanto a la aceptación de nativo, todo está exactamente igual, ellos tendrán sus motivos, tampoco me interesa saberlos.

 

Mi anhelo de ser parte del Loyola se esfumo, en cuanto a la imagen del mejor colegio desapareció para mi, no era unido, era muy competitivo, había mucha rivalidad, muchas personas son falsas y dentro de todo permiten cosas verdaderamente ilógica para que después digan “qué orgullo el Loyola”

En mi opinión hay algunos profesores maravillosos, de quienes sin duda alguna aprendo cosas inigualables, ellos de verdad demuestran porque afuera son conocidos como el mejor colegio.

 

Para culminar, yo Laura Hernández García del equipo “nativo” del grado décimo dos, reconozco “que al que no quiere caldo se le dan dos tasas”, pero dere todo mi para que el Loyola sea un buen colegio y para que mi hermano y yo le cojamos amor y no pereza y arrepentimiento por estar dentro de él. 

Laura Hernández


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La lectura alimenta el alma
La lectura alimenta el alma
La lectura nos protege de la ignorancia
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Poema

Táctica y Estrategia

Mario Benedetti

 

Mi táctica es 
mirarte 
aprender como sos 
quererte como sos 

mi táctica es 
hablarte 
y escucharte 
construir con palabras 
un puente indestructible 

mi táctica es 
quedarme en tu recuerdo 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
pero quedarme en vos 

mi táctica es 
ser franco 
y saber que sos franca 
y que no nos vendamos 
simulacros 
para que entre los dos 
no haya telón 
ni abismos 

mi estrategia es 
en cambio 
más profunda y más 
simple 

mi estrategia es 
que un día cualquiera 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
por fin me necesites.

 

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