Personajes que inspiran

Existen personas que inspiran, que sus travesías a través de las letras, la reflexión, las luchas... se hacen merecedoras de una gran admiración, pues son vidas ejemplares, dignas de ser emuladas, de seguirse. Su pensamiento, vida, obra o punto de vista hacen reflexionar y tomar conciencia. 

 

 

En este espacio conoceremos algunas de esas vidas de Personajes que inspiran y las creaciones literarias que a partir de ellas han surgido en los estudiantes.

 

Mara Agudelo 

 

 

Poetisa y declamadora

 

Para Mara Agudelo, “el reto de los poetas actualmente es ser poetas, no dejar de ser poetas. El que siente necesidad de hacer un poema creo yo que es hasta la muerte”.

  

 

• Nuestra poetisa inicia su vida literaria en 1962 en la “Academia Mozart” fundada por el maestro Luis Eduardo Chaves.
• En 1963 hizo su primera presentación formal como declamadora en el Teatro de Bellas Artes. Se vinculó al Departamento de Cultura de la UdeA y a su emisora bajo la dirección del profesional y poeta Jorge Montoya Toro.
• Ha llevado su poesía a más de diez países, entre ellos Ecuador y México, en donde la prensa y la crítica le han sido altamente favorables, tanto en el campo de su creación como en el de la interpretación.

 

Mara, la poetisa, la escritora, declamadora y maestra es “orgullo de las letras colombianas y alta cifra de la poesía hispanoamericana”, dice la también excelente poetisa bogotana Inés Blanco.

Uno de sus poemas antológicos es el que muestra su dolor de patria:

 

“Te necesito, oh Dios,

Con vehemencia,

Como la Hostia al santo sacerdote

Para que le acomode 

tu presencia!

Te necesito, oh Dios

Como la ciencia

Que espera por milenios escondida

Al sabio que le dé

Su Omnipotencia.

¡Te necesito, oh Dios, Te necesito

porque me queda grande

esta tristeza…

Porque me duele ver tanta pobreza

que borrona Tu Ser!

¡Te necesito, oh Dios,

para que ahuyentes esta sombra maligna 

que camina hacia mí y hacia los míos!

Te necesito, oh Dios, para que brille 

de nuevo la esperanza en el vacío.

Para que el dios dinero reconozca

su negra procedencia, 

y los ojos azules se inclinen con amor

ante su hermano negro.

¡En fin, oh Dios, 

Te necesito tanto…

Porque el sol de mi  patria 

se ha nublado

y Tú puedes limpiarlo con Tu Manto!”

Mara coloca a los pies de América su canto, como una corona para la historia, limpia de engaños, de hipocresía, de muertes violentas, de hambre y de opresión.

Juzgo que este otro poema es entrañable y antológico:

Después de la esperanza

“Poeta clandestino:

Abre tus versos y soñemos juntos

en ríos de abundancia, en blancos hospitales,

en tableros gigantes, en cuarteles vacíos,

en fábricas de armas cerradas para siempre,

en parcelas colmadas de labriegos,

en tierras renovadas viviendo nuevos árboles

y en arroyos de miel,

para endulzar el pan amargo

de todas las mañanas, de tu pueblo, mi pueblo,

¡que viaja pensativo por la patria,

después de la esperanza!”.

 

Tomado de http://www.elmundo.com/portal/cultura/cultural/valores_antioquenios_mara_agudelo.php#.V0POfJHhCM8

 

 

Es este apenas un abrebocas para invitar a la lectura de su obra.

 

Disfrutemos algunas producciones de los estudiantes a partir de la lectura de la reseña y poemas de Mara Agudelo.

 

1.

 

la interminable grandeza de Mara

evidenciando fulgores de matices acabados

donde un país sufre horrores 

y la desgana, sus tierras ha tomado.

 

La vehemencia nos ha arrebatado,

pero Mara a inmortalizarnos ha partido

con grafemas dulces, amargos, algo agrios y salados

plasmando en la historia un exuberante 

sabor de temas fríos.

 

Mientras hoy, orgullo eres,

conservando tu esencia, país y virtudes

a colombia declamas en tus maravillosas letras

donde un legado a ti acude.

 

Así que interminablemente, hoy te agradecemos

esperando que nuestras voces sean escuchadas

pero mientras mujer de letras bonitas

te aclamamos aún en penas amargas.

Ana María Hurtado

Mayerli Gil

Kelly González

 

2. 

 

¡Oh Mara!

tus poemas se escuchan

tan bién,

que si tuvieran sabor,

sabrían a miel.

 

¡Oh Mara!

¿Cómo podría hacerte yo entender,

que al leerte

se me eriza la piel?

 

¡Ay Mara!

¡Qué bonita te ves

al tocar el papel!

Por que con tus poemas y versos

me haces enloquecer.

Andrés Hernández - Simón Londoño

Brayan Gaviria - Alejandro Muñoz

Sofía Mesa Gómez

 3.

 

Letras, palabras y frases, forman los inspiradores, melancólicos, profundos, peculiares y hermosos poemas de la poetiza Mara Agudelo. Ella se ayuda de lo cotidiano, de lo familiar, de los amigos, de las problemáticas sociales y de los dolores de la Patria, para escribir tan bellos versos, haciendo que estos escarben hasta en lo más recóndito de nuestra mente, quedándose allí para ayudarnos a pensar de la manera más profunda y estética, y, para reflexionar, sobre los acontecimientos cotidianos.

Roxana Betancur - Ana María Marín

Valeryn Vargas - Miguel Ángel Villa

Edwin Arturo Blandón

 

4.

¿Qué es poesía?

 

¿Sabe usted?

Letras que nadan en las venas de la escritora, sangre.

La espina dorsal de la vida, huesos.

El suspiro del viento.

 

¿Qué es poesía si no somos poetas?

 

Pensamiento sin conocimiento

Dormir sin soñar

Respirar sin oler

Oír sin escuchar.

 

Los poetas somos dementes, dementes encerrados en una jaula de escepticismo.

"El que siente necesidad de hacer un poema, creo yo que es hasta la muerte" dice Mara Agudelo.

El que siente necesidad de hacer un poema, siente necesidad de ser liberado y escuchado.

 

Vamos escribiendo

Vamos pensando

Vamos Mara, enseñando poesía

Mariana Agudelo - Daniela Guerra

Alejandra Celis - Valeria Ramírez

 5.

¡Hey, bonita!

 

En un dilema me encuentro ahora, mujer bonita

y eso se debe a tus inexplicables letras,

donde tú con todo, ¡tú Mara esencialista!,

has dominado mi corazón de mierda.

 

Mi corazón sufrido, partido, desmoronado...

te pido una letra más, un grafema más, tan sólo una tilde

extraviada en tú regazo... Pero Mara, ¡por favor!,

regálame un punto de tus incansables trazos.

 

No te pido un ayer, un mañana o un ahora,

solo te pido un momento sin tiempo para sanar 

el sufrimiento de un alma solitaria

y siendo moribunda y sin corazón preciso,

sólo te pido un momento para desestimar estereotipos.

Ana María Hurtado